SANTANDER

Como la veleta cuando la gira el viento, esta vez la mía particular apuntó hacia el este, a unas dos horas en coche de Oviedo; así que aprovechando la vil excusa (¿hacen falta excusas para pasárselo bien?) de la periódica "reunión SIN-SORCIAL", el viernes pasado, después de una buena y merecida siesta, me puse rumbo a Santander.

Para los que no estén enterados, estas reuniones las hacemos de vez en cuando (exactamente cuando la economía, el trabajo, los compromisos y demás lo permiten), los antiguos becarios que hace un par de años disfrutábamos -en el más estricto y literal sentido de la palabra- de la vida de funcionario-becario de 8 a 3 en Madrid, y además en el centro, para no tardar mucho en desplazamientos... La empresa que tan buenos ratos nos hizo pasar, es nada más y nada menos que el Consorcio de Compensación de Seguros, CCS xa los amigos, y de ahí el nombre posterior del blog, "sin-sorcio" y de las reuniones q hacemos, aprovechando principalmente allá donde haya una buena fiesta, o alguien q nos aloje altruistamente en su casa.

Para los que queráis más detalles, os diré q el Consorcio es principalmente conocido por ser el q paga cuando te da un coche sin seguro, o tienes un accidente y el causante se da a la fuga; pero además tiene otras funciones cubriendo riesgos extraordinarios (terremotos, tempestades, ataques terroristas como el 11-M, etc) y más cosas con las q no os voy a aburrir ... a su página web me remito: www.consorseguros.es

Esta vez, nuestra anfitriona tuvo la genial idea de mandar a sus padres a un balneario el finde, para poder campar a nuestras anchas x su casa... ésa rochi! Los planes eran muchos antes de ir, xo al final "la noche nos confundió", y además de lo evidente, todavía sacamos fuerzas y tiempo para dar un paseíto en barco x la bahía al solin, comer pescaíto rico, rico en una terrazuca al sol, visitar el Palacio de la Magdalena, el faro, comprar los famosísimos sobaos "El Macho" e intentar meter a una oveja otra vez en el prao del q se había escapado (digo intentar xq no lo conseguimos), y todo ello, con más mérito aún xq estábamos en pleno proceso de digestión de un pedazo de cocido montañés que su abuela nos hizo para comer el sábado... uff!

Ahora q lo pienso, no todo fue tan evidente, xq a ver, ¿cuántos de vosotros pillasteis alguna vez un taxi de vuelta a casa, y el taaxista acabó en vuestro salón tomándose la última?! ... Ni q decir tiene q todavía hoy arrastro el cansancio, pero no veo el momento de organizar la siguiente!!!