domingo, 29 de marzo de 2009
SIEMPRE HAY UNA PRIMERA VEZ PARA TODO.
Si hay algo en lo q todo el mundo parece estar de acuerdo respecto a lo de "las primeras veces", es en que siempre hay una primera vez para todo y además que, en muchos casos, ésta nunca se te olvida.
Yo no iba a ser la excepción, y desde luego voy a tardar en olvidar... ¡¡LA PRIMERA VEZ Q FUI A LA NOTARÍA CON UN CLIENTE!!
Os pongo en antecedentes, hasta donde el secreto profesional me deje: empresa extranjera que va a hacer una inversión en España y por motivos "X" deciden intentarlo en Asturias, con un proyecto brutal de I+D, planta de fabricación, exportación y todos los "-ción" q queráis; para acceder a ciertas subvenciones, necesitan constituir aqui una filial. En este punto entramos en escena nosotros (el despacho, xa ser más exactos), ya que aunq no es cien por cien necesario, siempre es conveniente acudir a un especialista, sea lo q sea q uno quiera hacer (salvo un tío hace un par de días en el estanco, q le preguntaba a la dependienta por la mejor forma de hacer un contrato de arrendamiento...).
Tiene lugar la primera reunión, en la q yo no estoy presente, pero más tarde me derivan a mi el trabajo. Papeleo, papeleo, papeleo, consultas, y prisas xq vencía el plazo xa presentar la documentación para la subvención, y la filial sin constituir -y yo con estos pelos!-.
Tres cosas a tener en cuenta:
- una, q nunca había hecho completo yo sola este trabajo,
- dos, q estaba sola xq mi jefe y mi compañera de departamento estaban fuera del despacho ésos días (sí, tuve otros apoyos xo no es lo mismo),
- tres, q por causas ajenas a mi voluntad, tuve q repartir mi tiempo y mi mente entre el despacho y el hospital (el despacho salió perdiendo en el reparto, por una abrumadora mayoría del tiempo y atención dedicados a lo q estaba pasando fuera de los códigos legales, mea culpa).
TOTAL: llega el dìa D a la hora H y me presento con mi cliente en la Notarìa, cual alumna de la facultad recordando los momentos antes de un examen oral, con la Ley correspondiente debajo del brazo como si fuera Dumbo con la pluma en la nariz, pensando q me van a preguntar algo y me van a pillar con el culo al aire y no me lo voy a saber y a ver qué hago y ya verás blabla...
Llegamos, nos sentamos con el oficial antes de q llegue el Sr. Notario, retocamos unas cosillas, paso unos datos de última hora, entrego la documentación, parece q va todo bien ("¡venga Carmela q ésto está hecho!") y de repente, un entrecejo q se frunce y siento como si resbalara hacia el abismo mientras una mirada q no pretendía ser acusadora xo q difícilmente podía no serlo en aquéllas circunstancias, se me clavaba mientras oigo decir...
- Uyy! no, qué va, esto no se va a poder firmar hoy, eh?!
...
Silencio, horror, sudores fríos por todo el cuerpo, el aire parece como q no quiere entrar en mis pulmones, y noto q ni con el maquillaje consigo q no se me vaya el color de la cara... miro al cliente por el rabillo del ojo, como para comprobar q no es una pesadilla, sino q efectivamente seguía ahí, y mientras me imagino los millones de euros volando de encima de la mesa hacia otra Comunidad Autónoma (no estaban físicamente presentes, q conste), directamente pienso q lo mejor q me puede pasar en ese momento, es q se abra un agujero en el suelo, me trague la tierra, y q nunca más se sepa de mi!
Os ahorro los detalles de lo q vino luego; en defensa de mi cliente diré q es el hombre más educado sobre la faz de la tierra, xq si llegan a estar los papeles cambiados, y soy yo la q estoy en la silla de al lado, calculo q algún improperio (x no decir otra cosa) se me habría escapado.
El camino de vuelta mano a mano con mi cliente hacia el despacho, sólo puedo compararlo con un via crucis. Pero ese momentazo de dejarle en la sala de reuniones, picar a la puerta de mi jefe, y verle sonriente preguntándome: "¿Qué tal la firma, todo bien, no?" ... es q no tengo palabras.
A partir de ése momento, activamos lo q en una película americana llamarìan "gabinete de crisis", con su consiguiente protocolo de actuación, q sólo tuvo una ligera pausa a las 5 de la tarde -momento en q salí a comer un pincho xq ya me iba a dar algo-, y después de haber hablado con el registro mercantil central, con el icex y hasta con San Pedro a ver cómo carajo podríamos desfacer el entuerto, q me río yo de la crisis q hubo con Perejil...
Como aprendimos en latin, errare humanum est, y una vez admitido q metiste la pata hasta donde ya no es pata, al menos tengo q decir q salimos bien parados de la situación; si es fácil cagarla, lo realmente difícil es solucionarlo y parece q lo logramos, q no es poco.
Y no puedo acabar esta historia sin antes mencionar a mi jefe, q ante semejante situación, tuvo una reacción ejemplar diciéndome q "Hombre, habría estado bien q te hubieras dado cuenta del fallo, pero eres joven e inexperta y se te puede disculpar"; os digo q esto me pasa en otro despacho, y tengo q colgar la toga antes casi de haber empezado a usarla.
viernes, 20 de marzo de 2009
A FALTA DE PAN...
Después de una semana larga, agotadora, tensa e intensa como pocas, con visitas varias a centros de salud, urgencias, hospital, Notaría, Hacienda, RMC, Idepa y demás organismos públicos, hoy, sin q sirva de precedente, me voy a permitir plagiar aqui un artículo q me enviaron el otro día, ya q siendo viernes y con este solin, en cuanto den las dos pienso salir como Pedro Picapiedra por la puerta camino de un merecido paseo (y quizás baño) a Rodiles...
Aqui os dejo una propuesta nada despreciable, ya me diréis qué os parece:
Edificio de La Polla Chilena de Beneficencia. (Foto: W. F.)
10 de marzo de 2009.- No hay un turista español que llegué a Santiago de Chile y reprima sus ganas de hacer una foto del edificio de la Polla Chilena de Beneficencia. Sin duda, lo que nos llama la atención no es la arquitectura del lugar, más bien las letras enormes que anuncian la existencia de un miembro viril dispuesto a realizar servicios benéficos. Aunque parece un buen anuncio para el turismo sexual, no es eso. Lo que para nosotros es, actualmente, una forma vulgar de denominar el pene, para los chilenos simplemente es su lotería nacional.
Parece ser que las dos ‘pollas’, la española y la latinoamericana, tienen el mismo origen semántico: juego y apuesta. Te recomiendo, si deseas ampliar tus conocimientos sobre el tema, un ensayo bastante interesante escrito por Fernando Iwasaki Cauti, titulado ‘La polla de Cervantes’. Yo, si me lo permites, no voy a profundizar más en el nacimiento de esta palabra. Me quedo con una de las variedades de todas las pollas que he conocido en Chile: la polla comunitaria.
Se trata de un sistema de ahorro que resulta ser una buena iniciativa para estos tiempos de crisis. Consiste, básicamente, en el compromiso de un grupo de personas -nunca superior a 12 porque perdería sus beneficios a corto-medio plazo- de entregar mensualmente una cantidad de dinero, decidida entre todos en función de las posibilidades económicas del grupo. Nada más reunir este bote común es entregado a un miembro, de forma que cada uno disfrute del monto total una vez cada 11 meses, si la asociación es de 12 personas.
La idea es que si se ha decidido realizar una entrega mensual de 50 euros, por poner un ejemplo con nuestra moneda, el afortunado del mes -y volviendo a suponer que el grupo sea de 12 personas- reciba 600 euros de una sola vez. De este modo, vas entregando un dinero que tarde o temprano, según el mes que te haya tocado, llegará también a ti. Un sistema de ahorro que te compromete con tu grupo y mantiene el dinero en constante uso. ¡Nada de posponer para el mes siguiente tus planes de ahorrar! ¡Nada de dar beneficios al banco con tu dinero parado o acumulando polvo debajo del colchón! Tienes un compromiso. Tienes un objetivo.
Además, puedes decidir amigablemente con tu familia ahorrativa el turno en el que recibirás tu asignación dependiendo de tus necesidades económicas, es decir, el mes en el que debes realiza el pago de un seguro, el cumpleaños de tu hijo o tus vacaciones. Si dos o más personas solicitan el mismo mes, diciembre suele ser uno de los favoritos por las costosas Navidades, éste será sorteado y asignado al que tenga la suerte de su parte.
Si este sistema es una pequeña alegría para cualquier trabajador de clase media, en las poblaciones marginales chilenas, los barrios más pobres, llega a convertirse en un auténtico desahogo. Douglas Contador, trabajador social, sabe que, además de los beneficios económicos, en estos barrios más desfavorecidos se obtienen otros basados en la confianza que requiere el proyecto. Según Contador, la polla comunitaria “afianza los lazos afectivos y de seguridad en la comunidad, que por lo general se desenvuelve por la vereda contraria, es decir, por el de la desconfianza y la agresión”.
La polla comunitaria funciona. Es fiel: Cumple con sus funciones y no defrauda la confianza depositada en ella. Es divertida: Pone de buen humor, especialmente, a la persona que la recibe. Orgiástica: Se realiza en grupo y satisface pasiones. E incluso, orgásmica: Siempre culmina en placer. ¿Qué más se le puede pedir a una polla?
10 de marzo de 2009.- No hay un turista español que llegué a Santiago de Chile y reprima sus ganas de hacer una foto del edificio de la Polla Chilena de Beneficencia. Sin duda, lo que nos llama la atención no es la arquitectura del lugar, más bien las letras enormes que anuncian la existencia de un miembro viril dispuesto a realizar servicios benéficos. Aunque parece un buen anuncio para el turismo sexual, no es eso. Lo que para nosotros es, actualmente, una forma vulgar de denominar el pene, para los chilenos simplemente es su lotería nacional.
Parece ser que las dos ‘pollas’, la española y la latinoamericana, tienen el mismo origen semántico: juego y apuesta. Te recomiendo, si deseas ampliar tus conocimientos sobre el tema, un ensayo bastante interesante escrito por Fernando Iwasaki Cauti, titulado ‘La polla de Cervantes’. Yo, si me lo permites, no voy a profundizar más en el nacimiento de esta palabra. Me quedo con una de las variedades de todas las pollas que he conocido en Chile: la polla comunitaria.
Se trata de un sistema de ahorro que resulta ser una buena iniciativa para estos tiempos de crisis. Consiste, básicamente, en el compromiso de un grupo de personas -nunca superior a 12 porque perdería sus beneficios a corto-medio plazo- de entregar mensualmente una cantidad de dinero, decidida entre todos en función de las posibilidades económicas del grupo. Nada más reunir este bote común es entregado a un miembro, de forma que cada uno disfrute del monto total una vez cada 11 meses, si la asociación es de 12 personas.
La idea es que si se ha decidido realizar una entrega mensual de 50 euros, por poner un ejemplo con nuestra moneda, el afortunado del mes -y volviendo a suponer que el grupo sea de 12 personas- reciba 600 euros de una sola vez. De este modo, vas entregando un dinero que tarde o temprano, según el mes que te haya tocado, llegará también a ti. Un sistema de ahorro que te compromete con tu grupo y mantiene el dinero en constante uso. ¡Nada de posponer para el mes siguiente tus planes de ahorrar! ¡Nada de dar beneficios al banco con tu dinero parado o acumulando polvo debajo del colchón! Tienes un compromiso. Tienes un objetivo.
Además, puedes decidir amigablemente con tu familia ahorrativa el turno en el que recibirás tu asignación dependiendo de tus necesidades económicas, es decir, el mes en el que debes realiza el pago de un seguro, el cumpleaños de tu hijo o tus vacaciones. Si dos o más personas solicitan el mismo mes, diciembre suele ser uno de los favoritos por las costosas Navidades, éste será sorteado y asignado al que tenga la suerte de su parte.
Si este sistema es una pequeña alegría para cualquier trabajador de clase media, en las poblaciones marginales chilenas, los barrios más pobres, llega a convertirse en un auténtico desahogo. Douglas Contador, trabajador social, sabe que, además de los beneficios económicos, en estos barrios más desfavorecidos se obtienen otros basados en la confianza que requiere el proyecto. Según Contador, la polla comunitaria “afianza los lazos afectivos y de seguridad en la comunidad, que por lo general se desenvuelve por la vereda contraria, es decir, por el de la desconfianza y la agresión”.
La polla comunitaria funciona. Es fiel: Cumple con sus funciones y no defrauda la confianza depositada en ella. Es divertida: Pone de buen humor, especialmente, a la persona que la recibe. Orgiástica: Se realiza en grupo y satisface pasiones. E incluso, orgásmica: Siempre culmina en placer. ¿Qué más se le puede pedir a una polla?
lunes, 9 de marzo de 2009
EXPERIENCIA DECENTE, PERDÓN, DOCENTE
Recuerdo que al acabar la carrera sentí -como el resto de los mortales- el horror vacui que deben de sentir los escritores ante el folio en blanco, pero en mi caso, ante el currículum! Yo no hacía más q estrujarme los sesos pensando qué podía poner, xq aquéllo no llegaba al folio. "Pero, ¿qué quieres rellenar si acabas de acabar la carrera?!", era la respuesta q me daba cualquiera a quien le contara mi desasosiego.
Pues bien, unos tres años después, el argumento de "bueno, al menos es otra línea para el CV", me valió para enfrentarme a lo siguiente...
- "A ver, tenemos q repartirnos las clases del máster.
- ¿Clases?, ¿Máster, qué máster?!
- Sí, el máster de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior que da la Escuela de Negocios (silencio generalizado, caras de sorpresa, miradas buscando otra cómplice y un ruidillo de alguien tragando saliva); como sabéis, nos han encargado impartir un módulo compartido con otro despacho, y dado que la persona que debía darlo no está aqui, tenemos q repartirlo entre nosotros (más silencio, esperando a q al ampliar la información, no fuera tan malo como estábamos pensando). Así q vamos a ver ... blablabla y finalmente, tú Carmen te vas a encargar de las Ayudas a la Internacionalización."
Así q ahí me vi yo, "petit suisse en proyecto de yogurin", imaginándome la escena de entrar en la clase: una manada hambrienta de hienas, perdón, alumnos, ávidos de conocimientos, que me ganaban en edad y por tanto en experiencia, arrojada finalmente a los leones tras unos breves coletazos intentando defenderme cual jabato...
"Carmen, tranquila -me dije- si tú en esto de dar clase te defiendes, por ejemplo, piensa cuando... cuando... JODER! si yo no he dado clase de nada en mi vida a nadie! HEYYY, quieta ahí, ¿cómo q no?, ¿y qué hay del verano pasado?".
Y entonces no sé si fue peor el remedio de la enfermedad, xq me di cuenta de q la única clase q imparti, fue una clase de inglés jurídico a 7 chinos de mi oficina, el verano pasado en Shanghai... toda una experiencia, no diré q no pero a los efectos, de poco me valía. (un amigo me propuso hacer una camiseta q rezara algo así como "SÍ, yo di clase de inglés jurídico a chinos, ¿qué pasa?").
Ante semejante imagen, no me quedó más remedio que prepararme para lo peor y montar mi estrategia: lo primero, conoce a tu enemigo, y así podrás adelantarte a él... es decir, "¿alguien puede conseguir los currículums de los alumnos, x Dios?!". Echado el primer vistazo, la cosa se suavizó: 15 personas, 3 de ellas mayores q yo y el resto más pequeños, empezamos bien. Estudios: de lo más variado, derecho, ADE, económicas, traducción e interpretación, un técnico de no sé qué... genial! ahí ya tengo la excusa perfecta: "a ver, como venís todos de titulaciones diferentes, he intentado hacer una clase que os valga a todos; quizás algunos ya habréis visto algo en la Facultad de lo q voy a hablar, otros nada, a alguien le sonará, pero tenéis que entender que no hay una base homogénea de conocimientos de la que partís". Prueba superada.
Paso siguiente, preparación de la clase, es decir, "tras años quejándote de los profesores, sabes exactamente cómo no te gustaría que te dieran la clase, así q no tienes excusa": 3 días de dedicación intensiva al asunto de la clase, búsqueda de información, montaje de la presentación y sus diapositivas, ir a por folletos al ICEX, páginas que les puedan interesar, algún vídeo que recomendar... Y x si todo lo anterior fallaba, una vía de escape preparada: "La pregunta es realmente interesante, pero me temo que contestarla nos iba a llevar un tiempo que no tenemos si queremos dar todos los contenidos, así que envíamela por mail y te la contestaré encantada", que en castellano de Salamanca no quiere decir otra cosa que "no tengo ni puñetera idea de lo q me estás preguntando, pero tengo q disimular".
Y finalmente, con un par y al toro! He de decir q por una vez la realidad no superó a la ficción, y ni fui arrojada a los leones, ni nada por el estilo, de hecho, con el cuento de que la clase anterior se alargó y sólo me dejaron una hora, tuve la excusa perfecta para pasar más rápido por los temas que menos controlaba :)
Supongo q tmb, el tema de empezar diciendo: "esto es un máster, no la Universidad; no pretendo q os aprendais de memoria el tema que me toca, si no que contéis con los instrumentos necesarios para abordarlo el día que os enfrentéis a él cuando estéis trabajando, ya que además las ayudas van cambiando y lo importante es saber a dónde acudir", pues también les puso en una buena disposición... Y luego ya sabéis, a tirar de archivo personal, de cuando estuve en la Oficina Comercial, ejemplos de empresas q conozco, experiencias de clientes...
Para rematar la faena, puntualizaré que nos pagaron por dar la clase. La parte buena es q fue una cifra nada despreciable; la mala, q en una hora y media gané más del 10% de lo q gano en un mes...y no es xq me pagaran a precio de catedrático. A buen entendedor...
Pues bien, unos tres años después, el argumento de "bueno, al menos es otra línea para el CV", me valió para enfrentarme a lo siguiente...
- "A ver, tenemos q repartirnos las clases del máster.
- ¿Clases?, ¿Máster, qué máster?!
- Sí, el máster de Relaciones Internacionales y Comercio Exterior que da la Escuela de Negocios (silencio generalizado, caras de sorpresa, miradas buscando otra cómplice y un ruidillo de alguien tragando saliva); como sabéis, nos han encargado impartir un módulo compartido con otro despacho, y dado que la persona que debía darlo no está aqui, tenemos q repartirlo entre nosotros (más silencio, esperando a q al ampliar la información, no fuera tan malo como estábamos pensando). Así q vamos a ver ... blablabla y finalmente, tú Carmen te vas a encargar de las Ayudas a la Internacionalización."
Así q ahí me vi yo, "petit suisse en proyecto de yogurin", imaginándome la escena de entrar en la clase: una manada hambrienta de hienas, perdón, alumnos, ávidos de conocimientos, que me ganaban en edad y por tanto en experiencia, arrojada finalmente a los leones tras unos breves coletazos intentando defenderme cual jabato...
"Carmen, tranquila -me dije- si tú en esto de dar clase te defiendes, por ejemplo, piensa cuando... cuando... JODER! si yo no he dado clase de nada en mi vida a nadie! HEYYY, quieta ahí, ¿cómo q no?, ¿y qué hay del verano pasado?".
Y entonces no sé si fue peor el remedio de la enfermedad, xq me di cuenta de q la única clase q imparti, fue una clase de inglés jurídico a 7 chinos de mi oficina, el verano pasado en Shanghai... toda una experiencia, no diré q no pero a los efectos, de poco me valía. (un amigo me propuso hacer una camiseta q rezara algo así como "SÍ, yo di clase de inglés jurídico a chinos, ¿qué pasa?").
Ante semejante imagen, no me quedó más remedio que prepararme para lo peor y montar mi estrategia: lo primero, conoce a tu enemigo, y así podrás adelantarte a él... es decir, "¿alguien puede conseguir los currículums de los alumnos, x Dios?!". Echado el primer vistazo, la cosa se suavizó: 15 personas, 3 de ellas mayores q yo y el resto más pequeños, empezamos bien. Estudios: de lo más variado, derecho, ADE, económicas, traducción e interpretación, un técnico de no sé qué... genial! ahí ya tengo la excusa perfecta: "a ver, como venís todos de titulaciones diferentes, he intentado hacer una clase que os valga a todos; quizás algunos ya habréis visto algo en la Facultad de lo q voy a hablar, otros nada, a alguien le sonará, pero tenéis que entender que no hay una base homogénea de conocimientos de la que partís". Prueba superada.
Paso siguiente, preparación de la clase, es decir, "tras años quejándote de los profesores, sabes exactamente cómo no te gustaría que te dieran la clase, así q no tienes excusa": 3 días de dedicación intensiva al asunto de la clase, búsqueda de información, montaje de la presentación y sus diapositivas, ir a por folletos al ICEX, páginas que les puedan interesar, algún vídeo que recomendar... Y x si todo lo anterior fallaba, una vía de escape preparada: "La pregunta es realmente interesante, pero me temo que contestarla nos iba a llevar un tiempo que no tenemos si queremos dar todos los contenidos, así que envíamela por mail y te la contestaré encantada", que en castellano de Salamanca no quiere decir otra cosa que "no tengo ni puñetera idea de lo q me estás preguntando, pero tengo q disimular".
Y finalmente, con un par y al toro! He de decir q por una vez la realidad no superó a la ficción, y ni fui arrojada a los leones, ni nada por el estilo, de hecho, con el cuento de que la clase anterior se alargó y sólo me dejaron una hora, tuve la excusa perfecta para pasar más rápido por los temas que menos controlaba :)
Supongo q tmb, el tema de empezar diciendo: "esto es un máster, no la Universidad; no pretendo q os aprendais de memoria el tema que me toca, si no que contéis con los instrumentos necesarios para abordarlo el día que os enfrentéis a él cuando estéis trabajando, ya que además las ayudas van cambiando y lo importante es saber a dónde acudir", pues también les puso en una buena disposición... Y luego ya sabéis, a tirar de archivo personal, de cuando estuve en la Oficina Comercial, ejemplos de empresas q conozco, experiencias de clientes...
Para rematar la faena, puntualizaré que nos pagaron por dar la clase. La parte buena es q fue una cifra nada despreciable; la mala, q en una hora y media gané más del 10% de lo q gano en un mes...y no es xq me pagaran a precio de catedrático. A buen entendedor...
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