ANECDOTARIO (I)

De verdad os digo q aqui salir a la calle cada día, da para escribir una entrada... me decía uno de mis primos el otro día q yo era igual q el tío viajero de los Fraggel, aquél q les mandaba postales desde el "mundo exterior", diciéndoles lo raros q eran los humanos. Bueno, pues me temo q tiene toda la razón del mundo xq a veces os prometo q siento como si acabara de aterrizar de marte, y los raros fuesen los chinos.
Aprovechando algunas cosas q me quedaron en el tintero sobre el finde en Ningbo, os cuento los últimos episodios que me ha tocado vivir en primera persona.

1. Os pongo en contexto brevemente: cena en el restaurante chino del Hotel Marriot con un ex-embajador de China en un país latinoamericano cuyo nombre me guardo, dos nacionales de ese mismo país en viaje de negocios acompañados del anterior, dos compañeros del despacho (español y otra chica china q habla español), y yo; mesa redonda de estas q tienen una especie de plato giratorio en el centro donde van poniendo la comida; hora de comienzo de la cena: 18.00 -cero hambre-. El embajador, como buen anfitrión, abre la carta y selecciona toda una degustación de platos chinos con los que agasajarnos. Yo pensé q no paraba de salir la comida nunca! total, q el embajador sentado en frente de mi, iba haciendo girar el plato cada vez q traían algo nuevo, para q todos nos sirviéramos, acompañando el gesto con la frase "Carmen, ¿no has probado esto?" y ahí veis a Carmen haciendo de tripas corazón, jugando a la ruleta rusa con los platos de comida... ahora q ya tengo pillado el truco: como un feo no se puede hacer, pues el caso está en pasarse media hora sirviéndose, haciendo como q no manejas bien los palillos, de tal manera q parece q te sirves mucho xo en realidad es más bien poco (colocar los vasos, copas y cuencos de manera estratégica xa q no vean exactamente cuánto te sirves, tmb ayuda), y luego mareas la comida en el plato como buenamente puedes aunq éso sí, no me quitaba la vista de encima hasta q no viera q me lo metía en la boca! Total, q el uno de los otros invitados, no había acabado de hacer el comentario de "excelente gusto, Embajador, está todo buenísimo" (a lo cual yo pensaba "hombre, todo, todo..."), cuando para mi sorpresa aparece un plato q a simple vista parecía un revuelto! "ésta es la mia", pensé, "aqui quedo yo como una invitada agradecida donde las haya!", y me serví ya sin complejos... El Embajador, q previamente nos había instruido sobre la ceremonia del té entre los altos funcionarios de la Dinastía Qing -o así sonaba-, pasó a explicarnos en qué consistía el revuelto en cuestión, q llevaba pétalos de una flor de la cual no conseguía acordarse. "Bah, no hay peligro, p'a dentro, Carmen!"... y ahí estaba yo masticando el asunto, cuando dice: "Ah! ya me acuerdo, lleva pétalos de acacia, pero tmb CALLOS DE CARACOL! no les encanta?".
Lo que viene después os lo podéis imaginar...

2. Ayer por la mañana, xa darle el toque exótico al día, estoy en casa preparándome xa salir, cd oigo un ruido q me hizo dudar entre q se habían caído los andamios del edificio de enfrente, o q habían llegado las Fallas de Valencia; en este caso, no eran las Fallas xo desde luego el ruido era digno de ellas. Me asomo a la ventana (piso 28), y veo un jaleo enorme a la entrada de la urbanización con humo saliendo por todas partes. Y cuando bajo, me encuentro a un camión de mudanza, aparcado delante, con todos los chinos alrededor tirando petardos xo como si se lo fueran a prohibir. Os digo q hasta q no acabaron de quemarse todos los petardos, allí no se movió ni una miserable silla; me habría encantado preguntarles xq lo hacían, xo como no hablaban inglés me quedo con la película de cualquier tipo de superstición para traer paz, armonía y properidad a la nueva casa, q es un comodín q no suele fallar en estos casos.

3. Por la tarde, después de hacer un par de recados y visitar un supermercado medio occidental q tiene mil tipos de queso, algo muy parecido a filetes (no me quiteis la ilusion con q la carne es de perro), cereales, algo de verdura, un montón de productos reconocibles (entre ellos el cartón de leche a dos euros), y encima con servicio a domicilio! Después volví a casa dando un paseo por Yuyuan Garden (os mandaré fotos) y el milagro fue q no me perdí, incluso sin consultar el plano; a la salida de Yuyuan, con el cuento de q la ciudad es segura y q pensaba yo q x allí atajaba, acabé metida en un barrio chino (en el más literal sentido de la palabra), con puestecillos de comida en la calle, camisetas a precios xa chinos (2 euros), tendidos eléctricos imposibles, musiquilla de fondo, gente sentada en una silla al fresco de la noche a la puerta de casa, y ... puestos de fruta con CEREZAS!! en buena hora me acerqué al puesto... una cosa os adelanto desde ya mismo: las guías de conversación no valen para NA-DA, q más da q le preguntes a la tía "cuánto vale?" esforzándote el poner un acento lo más mandarín posible, si luego te echa una parrafada q no hay quien entienda! y claro, da igual q coloques la bolsa de cezas en la báscula, xq tampoco entiendeslo q pone, y aunq lo entiendas, la truca igual! Sólo os digo q la china q estaba comprando delante de mí, al ver lo q me ponía me miró con una cara medio compasiva medio de "te vio la cara, maja!", q ahi ya fue cuando di la batalla x perdida! al final, después de q la china me enseñara algún billete para q le pagara lo mismo, y de q yo fuera rebajándolo a la mitad (me saca uno de 20, le enseño uno de 10, me saca uno de 10, le enseño uno de 5, y así...), le acabé pagando ya xa irme de allí, y la jodía de ella no pudo ni esperar a q yo me diera la vuelta, xa silvarle al del puesto de enfrente y enseñarle a modo de recochineo y descojonada, lo q me había sacado x una bolsa miserable de cerezas! (q chino no entiendo, xo hay otros lenguajes q os aseguro q son universales). Reconozco q a mi esto me hace gracia, no me voy a sulfurar cuando llevo TODAS las de perder, pero me la guardo y en cuanto pueda decir más de 10 frases, vuelvo y se va a enterar!

4. Y ya para acabar por hoy, esta mañana salgo a la terraza del despacho a fumar un piti, miro hacia abajo, y cuál es mi sorpresa cuando veo a un chinuco todo misterioso correteando entre el jardincillo q tenemos enfrente. Le sigo con la mirada, y cuál es mi asombro al comprobar q el tío, ni corto ni perezoso, se esconde detrás de unos arbustillos, se baja los pantalones, se pone en cuclillas, enciende un piti y así, sin más ni más, se pone a cagar! para rematar la faena, debía ser que las hojas del arbusto no eran de su agrado, así q sin muchos escrúpulos cogió una hoja de papel q andaba x allí tirada y hala! quién dijo "suave"?!

5. Jo, y la última, xo es q esta es muy buena; la semana pasada cocí a un chico catalán muy majete, que nos contaba mientras cenábamos para nuestro regocijo general (si tenéis escrúpulos, acordaros de dejarlos en España antes de venir, os aseguro q disfrutaréis de todo mucho más), una escena vivida en primera persona en un gimnasio que solía frecuentar (aclaración: no era un gimnasio chino, es decir, q había occidentales y chinos a los q se les supone cierto nivel de ... todo); el pobre incauto sale de la ducha, y se encuentra un cartel donde el secador que ponía lo siguiente: "POR FAVOR, USEN EL SECADOR ÚNICAMENTE PARA SECARSE EL PELO DE LA CABEZA!". Pero es q no contento con éso, os diré q pudo comprobar in situ la razón x la q se había puesto ese cartel, básicamente, xq había justo allí un chinuco q se pasaba el cartelito y lo q decía, x el mismo sitio por el q prohibían el uso del secador!!!!!!!!! JJAJAJAJJJAJAJA

¡¡Qué país!!