domingo, 16 de agosto de 2009

PROFESIONES EXTRAÑAS

Con esta entrada, inauguro una época "post-burra" en este blog, que sin duda supone un punto de inflexión en mi vida diaria aqui: cualquier recado o sitio al q tenga q ir se convierte en éso, en un simple recado o sitio al q ir, y dejan de ser una excursión, salir de la oficina es una lotería q puede llegar a la media hora esperando un taxi si las tres variables "día, hora y tiempo" se conjugan de la peor manera posible, e ir por la mañana una guerra sin cuartel en la esquina de mi casa con los chinos q se me intentan colar en el taxi q yo paré.

Como véis, las muestras de solidaridad han llegado de todas partes y aunq ya me voy acostumbrando, ayer me dieron una pista q tengo q seguir, como última esperanza xa encontrarla en unos parkings q tienen las comisarías de cada distrito. Según pasan los días, la esperanza tmb va menguando, y cada vez q me acuerdo de que esta semana he visto a dos chinos en moto con los cascos de la policía, me parece imposible q vayan a recuperar lo mío cuando no cuidan ni lo suyo...

En fin, q volviendo al tema q da nombre a esta entrada, no quería irme sin hablar un día de las extrañas "profesiones", o quizás debería decir mejor "trabajos", que me he llegado a encontrar por aqui. Supongo que obedecen principalmente a q la creación constante y creciente de empleo es la única manera de que no se suban a las barbas de las autidades los millones de personas q deambulan de un lado al otro del país intentando encontrar una ocupación -no siempre digna- en la que poder sacar algo con lo que subsistir. En primer lugar, está la de "regador de plantas": todos los lunes a primera hora se pasa por nuestra oficina (y entiendo q por las del resto del edificio) un chinuco que riega las plantas y les quita el polvo, ya que por lo visto las plantas son de alquiler; la verdad es q podía aprovechar y pasar por mi casa, xq cada verano q me quedo encargada de cuidarlas, se me mueren todas.


En segundo lugar, no me puedo olvidar del supermercado coreano al que voy a hacer la compra. Hay dos puestos que me llamaron la atención desde el primer día: uno de ellos, es un tío/a q está en la caja, al lado de la cajera, pero q simplemente abre las bolsas y en ellas va metiendo tu compra, no vaya a ser q la cajera se hernie. El otro, es un tío/a q está al final de la rampa mecánica que comunica un piso con otro (como las escaleras mecánicas pero en liso, como en los aeropuertos), para tirar de tu carro de la que sales de la rampa (¿?).

El tercero de la lista -aunq no es una información q conozca por experiencia propia- es una persona situada junto a las máquinas expendedoras a la que le das la moneda, le dices lo q quieres, aprieta el botón correspondiente y te da tu selección. Para que luego la gente se queje de que las máquinas quitan puestos de trabajo...

Pero la guinda de todas éstas, la más sorprendente e increíble de todas, es que en algunas discotecas, en el baño de chicos, me cuentan q hay chinucos esperando a q el incauto de turno se ponga contra la pared a mear para acercarse por detrás, y ponerse a darles un masaje en los hombros!! Éstos son sin duda, los que más pena me dan, xq no me quiero ni imaginar, la de guantazos q se habrán tenido q llevar cuando el extranjero en cuestión, ajeno completamente a las costumbres del lugar, siente encima las manos de un tío que se le acerca por detrás mientras está meando... me imagino al laowei, volviéndose como una furia, dispuesto a defender su hombría a capa y espada, en este caso, a ostia limpia contra el pobre chino q encima de tener q aguantar más de una borrachera, y trabajar en un sitio tan poco apetecible como es el baño de una discoteca por una miseria a final de mes, se va para casa caliente y con suerte, sólo un ojo morao.

1 comentario:

Pelon dijo...

Efectivamente, mientras estás en el baño ver que se te acerca una sombra por detrás que te agarra los hombros, uno espera lo peor...
Lo mejor es que después de ello, el colega te pide propina, lo que faltaba... jajajaja!