miércoles, 29 de octubre de 2008

RECORDANDO VIEJOS TIEMPOS



Hace casi, casi dos meses que estoy x aqui; bueno vaaale, tmb me hice mis escapadillas xo a éstos efectos no cuentan. El caso es q en este tiempo, una aprovecha xa ver a los amigos que siguen x aqui, a los no tan amigos q tmb siguen x aqui, a conocidos q te encuentras en la calle, a familiares, y a visitar a los q están cerca y te dan asilo político durante el finde o lo q duren las vacaciones, y así les ayudas a amortizar el alquiler o la hipoteca. Además, como coincidieron tmb las fiestas, siempre vienen los q están fuera, aunq sea un finde; y sin ser fiestas, pues ya q x lo visto estamos en edad de merecer, siempre hay algún primo q se casa y con la excusa pues tmb se deja caer x aqui alguna q otra persona q echas de menos el resto del año.

No se si a vosotros os pasa lo mismo en estas ocasiones, pero yo a veces me encuentro con q la gente se reúne para "recordar los viejos tiempos": "¿te acuerdas de aquélla vez que...?, ¿y cuando fulanito hizo ...?, joer, ¿y cuando pillaron a no se quién...?, pues anda q no fue mítico cuando..., el otro día me dio la risa estando solo acordándome de...", etc. y así podríamos seguir delante de unas cervezas, sidras o copas hasta altas horas de la madrugada.

Yo no digo q no esté bien en un momento dado ponerse a recordar, y si son buenos momentos, mejor q mejor! pero POR DIOS, ¿qué pasa?, ¿q ya no podemos seguir sumando momentos, batallitas, historietas, y demás material para contar a vuestros nietos?, q aún no somos padres (algunos/as no por mucho tiempo!), y ya estamos como los abuelos! ¿xq a la gente parece q le cuesta hacer cosas divertidas?, o quizás es q ya no todos nos divertimos con lo mismo...

Sí, vale, estoy sensible con el tema... creo q a la crisis mundial hay q sumarle la mía personal, con la incertidumbre x un lado de no saber qué va a pasar de aqui a 3 meses, y x otro, q cuanto más veo a la gente a mi alrededor asentándose, más ganas tengo yo de echar a correr otra vez. Conste q intento analizarlo con frialdad, xo sinceramente creo q no me llegó la edad de "sentarme a poner el huevo" (q es lo q la gente llama casarse, ir de vacaciones donde siempre, salir a cenar los fines de semana, comer en casa de los suegros cuando toca, y reservar el cuarto q yo tendría para hacer tonterías varias -puzzles gigantes, pintura, o manualidades varias q son más divertidas cuanto más te manchas-, xa los niños).

¡Ojo! q el q lo haga x convicción, nada tengo q decirle... es sólo q cuando me paro a pensar, más inquieta me pongo.

A los q me conocen bien y les gusta el dulce, les gustaría estar a mi lado estos días; no x aquéllo del apoyo, sino xq es cuando estoy en estos estados de inquietud, ó preocupación cuando me encierro en la cocina cual posesa, pongo música de fondo (x si entra alguien, q quede claro q no necesito conversación), agarro la libretuca de recetas de mi madre, los recortes de revistas q me guarda, las rescatadas y muy veneradas recetas de mi abuela, y cualquier otra fuente de información respetable q me guíe en estos menesteres y, guiada por el más puro antojo de lo q no estoy, me lío entre los fogones y el horno como si en los posos del chocolate derretido al baño María fuera a encontrar la solución a todos mis problemas! (éso, claro, si no rebañara luego el recipiente). Sí, suele ser repostería y cuando más complicada, mejor.

Y si no q se lo pregunten a mis compañeras de piso en Lisboa, a las q estuve alimentando durante varios días a base de menús de dos platos y postre, para su recogijo x un lado, y mi agonía x otro, xa encima no probar bocado de nada de lo q hacía!

Para muestra, un botón: estamos a miércoles, y esta semana ya llevo un "Bizcochón" (suena muy prometedor xo no es xa tanto), unas galletas recubiertas de chocolate y un intento frustrado de trufas xq no conseguí aún la receta buena.

Como esto no se solucione pronto, ¡no salgo x la puerta de la cocina!

Os dejo q se me quema lo q tengo en el horno...

martes, 21 de octubre de 2008

VIRUS

Si recibís un mail de mi dirección de hotmail, escrito en portugués, diciendo algo así como: "Oye! mira mi álbum de fotos! no lo has visto, ¿verdad?", y con 3 fotos adjuntas q no os dejará abrir, NO LO ABRÁIS!!! no soy yo, es un virus q me envió un "amigo" y q se está reenviando a todas mis direcciones; si lo abrís, lo hará con las vuestras tmb.
Esto no es el típico mail coñero en cadena, va en serio; luego no me digáis nada, el q avisa no es traidor. Y si no q se pronuncian los q ya lo abrieron...

martes, 14 de octubre de 2008

PREGÓN

Hoy los honores los hace otro... (http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008101400_54_685309__Centro-polesos-pregonero)

LA NUEVA ESPAÑA, 14.10.2008

LOS POLESOS, EN LA VOZ DEL PREGONERO (VII)

ENRIQUE MEDINA. En el año 1989 tuvo el honor de leer el pregón festivo de Pola de Siero don Mario Solís Vigil Escalera, quien nos fue contando, muy amenamente y con mucha literatura, las vivencias de su infancia y juventud, sin que faltase la mención de algunos personajes populares. Dijo él, de la Pola y de los polesos, entre otras cosas:
«En el alborear de un treinta y uno de diciembre, de cuyo año no quiero acordarme, en una casa situada en la polesa calle de Enrique II, número 6, y en el seno de la familia Vigil-Escalera, que entierra sus raíces ya centenarias en esta tierra vernácula, cuyo apellido corre indisoluble unido a la historia de la Pola (yo diría, sin miedo a equivocarme, también a Siero y alrededores, y a otros lugares de Asturias), sus «ocios» y sus «negocios», y tras romper aguas doña Braulia -por aquel entonces Braulita- vino al mundo quien os habla; es decir, este pregonero. Ramona, mi segunda madre, me introdujo en una cuna, esa parrilla de salida para emprender la carrera de la vida, con un edredón encima y un hule debajo a modo de empapadora, cautelarmente dispuesto, por aquello de la incontinencia del bebé y su primera lindeza que es el «pipí». Edredón y hule -calor y humedad-, elementos, al parecer, indispensables para posibilitar cualquier forma de vida.
Aquí en la Pola transcurrió mi infancia. Comí los bígaros de Filomena; azucé inoportuno los lebreles, picando provocativamente en la ventana de la Pluca; compré regaliz, oreyones, restallos y pitos de manzanilla en casa de Velasco, (frente al Ayuntamiento y entre el Rasán y el Colón); crucé la Cañina a nado, en la presa del molino, (molín de la Pola, dirían los oriundos); escalé la Peña Careses por la cara norte, sin cordada de apoyo, (otros subimos a gatas el Picu Castiellu); empezaron mis primeros escarceos cinegéticos por el Fariu, la riega del cementerio -tan generosa en arceas- y en los terrenos fanganosos de más allá de la Carrera en dirección a Meres (Forzosamente serían los de San Juan del Obispo, detrás del santuario de la Virgen de la Cabeza); por el prau Moral de Sariegu y Vegas de Valdesoto, donde abundaban las «gachas», y, en fin, siguiendo los imperativos biológicos, que hacen al joven indócil, tenaz y rebelde, me inicié también como furtivo de pesca de la trucha, mediante el arte prohibido del «barucho», que echábamos al anochecer y aliados con la oscuridad y nuestra fiel acompañante: la estrella Polar, y que luego recogíamos muy de madrugada, así como en la pesca del cangrejo por el Romanón, aguas arriba, más allá de la Playina y de las estribaciones de la Peñuca, sin la correspondiente licencia.
Más tarde se me hizo de noche. Me internaron en un colegio y comenzaron a llover «las calabazas, el batacazo y tiente tieso», y todo ello, para que el cuadro resultase más completo, adobado con el hambre: era la época de las cartillas de racionamiento, del pan negro y del estraperlo?
Y en este trance, voy a confesaros que, frente por frente a la casa donde nací, -muchos de vosotros todavía recordaréis- estaban las cuadras de Celestino el Carboneru, donde los hombres y mujeres del campo que acudían con sus productos al mercado de los martes guardaban allí sus burros (antecedente inmediato del «parking» y de la zona azul, y, según las últimas investigaciones, con lo que se evitaría el problema de polución, pero no así de los residuos sólidos urbanos), de ahí que la primera gracia que aprendí, antes que «los cinco lobitos», «el toca palmitas» o a decir papá, fue a rebuznar?
Pero, a lo que vamos. ¿Qué es la Pola? ¿Qué raros ingredientes la vertebran para ser «sí misma» y a la vez distinta, universal? Un pueblo donde brota -y no por casualidad- dulce y trémola, como surtidor de fontana, alimentado por las aguas cristalinas de la fuente de las Xanas, una refrescante intuición, hija del ingenio, de vitalidad y talento natural, con su peculiar modo de entender las cosas de la vida, así como también, la vida de las cosas, en donde ni el ademán exagerado, la superlación del gesto, ni la pedantería, pueden encontrar asiento ni acomodo. En definitiva, un pueblo en el que prendió muy honda la divina lección de la tolerancia?

Un pequeño anecdotario o florilegio de los casos y cosas de la Pola y de los polesos, sus andanzas, aventuras y desventuras nos ayudará a descubrir, o al menos atisbar, el talante del pueblo, que ante el arrollador panorama de la vida, responde con bálsamo de humor, sin suspicacias, causticidad, ni segundas intenciones, donde brilla con luz propia los destellos relampagueantes del ingenio».
Menciona Mario a Vicente Bis, autor del «Romance de Sabino el Bobo», admirando la métrica y la calidad literaria del autor, el entrañable pasaje de dos polesos populares de otras épocas, Pano y el Pasteru. También recuerda a la Chucha la Cagancia y las anécdotas de Floro y Nuño, en el hotel Antonia; las de Pedrito Guisasola, sobrino de don Juan, caballero del Santo Sepulcro. Aquellas sabrosas tertulias vermú de la Petaca, donde se reunían a diario el buenazo de Antón Laborda (el médico, cuyo corazón no le cabía en el pecho), Nuño, Maruja, Tino Carrión, Juan Escalera, y su padre, donde el enredo, la broma, la chacota estaban siempre agazapadas, a la espera de saltar en cualquier instante, como lo estaba Maruja -más práctica, ante los berberechos, mejillones o aceitunas, sobre las que también se abalanzaba, sin ningún recato, al menor descuido-.
Y refiriéndose al Carmín finaliza Mario Solís Vigil Escalera, advirtiendo: «Aprovechemos la oportunidad, pues bien visto está, que todos y cada uno de nosotros, no somos más que un paréntesis en el tiempo y en el espacio, para que no tengamos que lamentar aquello con que Vicente Bis nos alerta, en una afortunada estrofa suya: "Pobre asturianu, que al fin / de esta vida tan mezquina, / marcha sin ver a la Santina y sin venir al Carmin /"?».

jueves, 9 de octubre de 2008

LONDRES


Hace unos días, mi otra parte contratante me decía medio de coña q desde q volví de China sentía como q vive en una raive/reif (¿alguien sabe cómo se escribe?) constante: q si las fiestas de Llanes, q si S. Mateo en Oviedo, a dormir la mona a la playa, salir los jueves, viaje a Italia durmiendo casi cada noche en una cama diferente (más las cómodas sillas del aeropuerto de Fiumicino y otra noche en el coche de alquiler), quedar con éstos q no veo desde antes del verano, ver a aquéllos, salir con los otros, planear el finde siguiente...
Nada más lejos de mis intenciones q forzar a nadie, así q con esta vil excusa, una invitación a alojarme en Londres de okupa en casa de un amigo de mi hermano, un billete de ida y vuelta x 65 € directo, y unas ganas de cachondeo q últimamente parece q no se me consumen nunca ("al lío!"), el viernes pasado y como el q no quiere la cosa, aterrizaba en Stansted a la hora del té!
Antes de seguir leyendo, os dejo este enlace para que haga de banda sonora de la entrada, ya q es la canción q se me metió entre ceja y ceja desde el momento en q saqué los billetes xa ir, y que estuve tarareando todo el fin de semana; me pasó un poco lo q dice la letra, modificada a mis circunstancias: sabía q debería quedarme (en Oviedo), pero simplemente no lo pude evitar! Es imposible oírla, sin q se te ponga una sonrisilla mientras te entran unas ganas irrefrenables de cachondeo: http://es.youtube.com/watch?v=3v6MBHpzZg8
Total, q para haber estado 3 días, la cosa dio para mucho: dos musicales (xa el q le interese, Spamalot, de los Monty Python y Avenue Q de ... no lo sé), pero de verdad, no de los de Gran Vía de Madrid... Soho, Soho, Soho, Hyde Park, National Gallery, Picadilly, Trafalgar Square, Houses of Parliament con Big Ben Incluido, Buckingham Palace... y lo mejor, una invitación a tomar el té al auténtico club privado inglés con bollinos recién horneados (alguno sostuvo q no), en un salón como de película, con el auténtico inglés de pantalones rojos q tal parecía puesto allí de decoración! y para película, a los q os guste Scarlett Johanson, os diré q juraría q la piscina del Club en cuestión es en la q se rodó la escena de Scoop en la q ella se tira a la piscina haciendo como q no sabe nadar pero no, no os emocionéis xq a parte de gente de una boda, no había nadie más por allí.
Además de todo lo anterior, todavía me dio tiempo a coger un tren, irme a las afueras de Londres y ver a una amiga del cole, cenar con ella en una iglesia q ahora es un restaurante, y dormir en su casa, "con su back yard y su canesú", q diría mi hermano. Por supuesto, para ello me fui a la estación de tren q no era, llegué tarde, y al día siguiente casi pierdo el avión (juro q no intencionadamente) x la cola q había en el control de seguridad, abriendo las maletas de TODO el mundo.
Conclusión: me debo un añito en Londres! si alguien quiere apadrinar este proyecto, no tiene más q pedirme el número de cuenta... :)

viernes, 3 de octubre de 2008

BUON GIORNO A TUTTI!









Después de 10 días rondando x Italia, estoy de vuelta una vez más en Oviedo. De Sicilia, dos conclusiones: la primera, q hay q ir cuando haya buen tiempo asegurado y sin riesgos de q se adelante el otoño, para poder disfrutar los principales alicientes x los q elegir este destino (playas, templos y buceo; la comida sigue estando igual de buena en invierno); y la segunda, que -al menos la costa del noroeste- es más bonita de lejos q de cerca.


Aún así, en cinco días me dió tiempo a un montón de cosas: baños en el mar, pasear x la playa, una inmersión de buceo frustrada por la lluvia y las nubes, reconciliarme con el risotto, pasar frío, ponerme morena, despertar los 5 sentidos al pasar x delante de los puestos de fruta y verdura (no hay nada como la fruta q maduró al sol del mediterráneo, y q la puedes oler desde la esquina de enfrente), chapurrear alguna chorradilla en italiano, descubrir q conducir x las carreteras secundarias de Sicilia es aún peor q x las portuguesas, dormir en cuartos con contraventanas de madera, en un aeropuerto, en un coche de alquiler, y en un Palacio en Palermo, visitar templos griegos x primera vez -q yo recuerde-, comer pizza hasta q me salió x las orejas, y tmb dejar salir a la nudista/exhibicionista q estoy descubriendo q llevo dentro y darme un homenaje huyendo de la lluvia en un Hammam (http://www.hammam.pa.it/), embadurnándome y todo con arcilla de nosédónde.


La segunda parada fue en Ancona, pueblo situado en la costa del Adriático donde teníamos la boda. El recibimiento de frío y lluvia nos hizo estar un par de días luchando contra un amago de gripazo, pero gracias al milagro de "los huevos de Sta. Clara", el día D, a la hora H, salió el sol! La novia muy guapa, como no podía ser de otra manera, el novio nervioso, y uno de los padrinos -cuyo nombre no voy a mencionar- emocionado, y agarrado al pañuelo como si le fuera la vida en ello; el cura encantado de poder celebrar una boda italiano-española, x aquéllo de poder variar un poco y meter comentarios de cosecha propia, y el resto de invitados coreando como podía la parte de la misa de su idioma. Y si la comida italiana me encanta, la de la boda tengo q decir q fue toda una demostración de q hay vida después de la pizza! No puedo dejar de mencionar q x una vez, no se discriminó al POSTRE (q es éso de aperitivos, entrada, dos o tres platos y UN miserable postre?!), y aquélla mesa repleta de variedades (desde mini-pastelillos a puddings, mousse, sorbete de limón, fruta, tarta...) me hizo tambalearme en los tacones!


La propinilla fue un día en Roma: madrugón después de la boda, dos horas y pico de tren y allí q nos plantamos con un día soleado q no dejaba quedarse durmiendo la siesta ni con la peor de las resacas... paseo bordeando el Foro y la plaza de Venecia hasta el Trastevere, visita a la Iglesia de Sta Mª, más paseo y un helado para acompañar en el camino. Tmb hubo tiempo para subir hasta la Pza. del Pueblo, pasar por la Pza. Navona, Fontana de Trevi, ver el Tritón, las 4 Esquinas de cuyo nombre no me acuerdo, y x supuesto, tropezar cada dos pasos x ir mirando hacia arriba, ya que los auténticos monumentos de Roma no están a la altura del suelo, sino en los áticos y terrazas de los edificios.


A pesar de lo anterior, la conclusión del viaje es q esto de viajar x Europa, mejor dejarlo xa cuando llegue a CEO x lo menos, xq acostumbrada a lo del año pasado, pagar 50 € x un bed&breakfast en un pueblillo de Sicila en temporada baja, no es pa mi...