... ¡AHORA CAIGO!

Esta frase pronunciada al más puro estilo "¡Eureka!", fue la que nos hizo darnos cuenta de que la obra de enfrente de casa ya estaba anunciada. Fue uno de los días siguientes a la firma del contrato; a la salida del trabajo, fuimos al DÍA q hay cerca de casa a aprovisionarnos de todo tipo de productos de limpieza y desinfección para ir a limpiar a fondo el fin de semana. De la que volvíamos cargando con la compra, vimos un revuelo en la acera de enfrente: un grupo bastante numeroso de personas se agolpaba frente al muro de la casa, leyendo un cartel en perfecto chino y exclamando cosas incomprensibles pero por los gestos, las caras y el tono, parecían enfadados e indignados.

La verdad es que no es para menos xq sin conocer a fondo (ni superficialmente) el proceso administrativo en este país, fue dicho y hecho: en menos de diez días tenían las excavadoras metidas, literalmente, hasta la cocina. Y ahí siguen; algún día incluso y para colmo de males, han conseguido ponerme los pelos de punta cuando al volver del trabajo me encontré con q habían puesto focos en las máquinas para seguir trabajando incluso de noche.

Por lo demás ya os digo q la casa muy bien, siempre y cuando no tengas planeado dormir en ella. Este finde pasado, por ejemplo, reventada de toda la semana, el sábado estaba con los ojos como platos a las 7.30 am, y el domingo (después de haberme acostado a las 3 de la madrugada), a las 8. De siesta ni hablamos pero he pensado q a éso de las 11 ó 12, cuando paran a comer y a dormir un rato, bajar con una cacerola y una cuchara a armar jaleo xa joderles la siesta... vale, lo siento, sé q los pobres obreros no tienen la culpa pero tampoco iba a poder hablar con sus jefes y la rabia q se me acumula cuando oigo la puta excavadora a las 7 de la mañana un domingo, tengo q canalizarla de alguna manera, ¿no?

En concreto el finde pasado busqué una forma más "constructiva" de evitar el ruido, ¡y nos apuntamos a una clase de comida japonesa! La verdad es q estuvo muy bien, tanto la clase como la comida xq al terminar pudimos comernos lo q habíamos hecho. El cocinero era un señor japonés que había estado llevando el restaurante del Pabellón Japonés en la EXPO de Sevilla, así q chapurreaba algo de español y era muy majete. Además de enseñarnos a cortar el pescado fresco xa hacer sashimi (no pude evitar acordarme del capítulo aquel de los Simpson en el q Homer tiene q cortar un pez super peligroso y creo recordar q japonés tmb, y q si lo cortaba mal podía envenenarles a todos, jjajaja), aprendimos a hacer el california roll (genial, xq una vez q tienes la técnica ya el relleno se lo puedes dejar a tu imaginación), hand rolls -ningún misterio- y una especie de tortilla francesa pero q lleva 11 huevos, azúcar, soja y no recuerdo ahora qué más, y q se hace como a capas.





El "quid" de la cuestión es sin duda el ARROZ. Porque claro, ir aqui al supermercado a comprarlo es una tarea harto difícil: hay muchos tipos diferentes y no todos se cuecen igual; y la salsa de soja ya ni os cuento. Si voy otra vez, vez les voy a proponer q la clase incluya antes una visita al supermercado (en Singapur di una clase de cocina hindú en la que antes íbamos al mercado xa aprender a distinguir los ingredientes, estaba genial). En honor a la verdad, tengo que decir que al Píter se le dio mejor que a mi, aunq supongo que cualquiera q no hubiera estrellado la mitad de la tortilla (cuando ya íbamos por la séptima capa o así) directamente en el fuego, habría salido más airoso que yo de la situación...



...reíros, reíros, pero la cosa no es tan sencilla como parece, sobre todo xq la sartén pesaba muchísimo y con estos bíceps que luzco bastante tenía con no tirar la sartén como para encima estar pendiente de q la tortilla cayera dentro! jjajaja



El finde que viene por fin tenemos una tregua ya q el lunes aqui es fiesta, así que estoy maquinando una excursión por aqui cerca de Shanghai. No os lo voy a negar: me apetece ver templos pero la idea de poder dormir a pierna suelta la mañana es una excusa más que suficiente para irnos!