He de reconocer que el Año Nuevo Chino no me dio para tanto como me hubiera gustado. Mientras la mayoría de la gente con contratos decentes aprovechaban las fiestas para bañarse en las paradisíacas playas de Filipinas, ponerse morenos en Tailandia, visitar BoroBudur en Indonesia, bucear en Borneo o saltar hasta Australia, yo y algún pringao más nos quedamos en Shanghai con los dientes más bien largos y chirriando, para qué voy a mentir.
Ya que tenía q quedarme aqui, intenté buscar planes alternativos que se pudieran compaginar con el hecho de que el 95% de las cosas estuvieran cerradas. Me informé sobre una excursión en bici de 3 días en un sitio aqui cerca, pero 50, 70 y 30 kms. por día respectivamente me parecieron más de lo que mis ganas y fuerzas podían darme; el tiempo tampoco acompañó, y así me pasé los dos primeros días del año recluida en casa envuelta en una manta y pegada al radiador viendo pelis y leyendo, ya que el tiempo fuera era insoportablemente frío, húmedo y lluvioso (a pesar de la ropa interior térmica, no lo olvidemos).
Me dediqué a empezar con la búsqueda de piso -tmb rebautizada por mi como la búsqueda de la aguja en el pajar- aunq con toda la población fuera, obviamente no dio tantos frutos como esperaba; intenté tmb ver la danza del dragón, con menos frutos aún que lo anterior y la proposición indecente de irme a grabar un programa de "Callejeros en Shanghai" en un karaooke, la descarté por motivos obvios. Lo siento chavales pero mi salto al estrellato tendrá q esperar; por lo pronto me conformo con haberme estrellado aqui en ciertas cuestiones a las q no voy a entrar.
Uno de los días, el tiempo nos dio una tregua y sin pensarlo dos veces un amiguete y yo saltamos al tren a las 9 de la mañana y nos fuimos a Suzhou; es una "pequeña" ciudad de dos millones de habitantes (en la zona urbana, 6 millones en total) a 40 minutejos de Shanghai, conocida como "la Venecia asiática" (aunq ya leí este nombre refiriéndose al menos a otras dos ciudades xo en fin, parece q cuando Marco Polo la bautizó, se refería a ésta y no a las otras) por los canales que tiene en la parte antigua.
Nosotros sinceramente canales lo q se dice canales... vimos pocos (aunq en las fotos siempre se ven muchos, se debieron de esconder), y con el color del agua me puedo imaginar la peste en verano! Sin embargo la excursión mereció la pena; la parte antigua es un barrio de casitas bajas, todas blancas y de tejados chinorris llenas de farolillos rojos muy chulo.
Y entre farolillo y farolillo nos dedicamos a visitar los Jardines, principal fuente de atracción turística de la ciudad, con nombres tan rimbombantes como "The Lingering Garden", "The Lion Forest Garden", o "The Humble Administrator Garden". Cuando en China hablan de jardines, se refieren a construcciones que normalmente giran en torno a un estanque central, con caminillos alrededor y pabellones como los de las fotos:
Intentamos ver tmb unas pagodas (por la restauración parecían de antes de ayer, aqui lo viejo no está de moda), pero como véis ya habían cerrado y no pudimos ver más allá q lo que el muro nos dejó:
Sin embargo, no os voy a mentir: la parte cultural de la excursión estuvo muy bien pero nuestros propósitos no eran tan encomiables como pudiera parecer hasta ahora. En el fondo de todo ésto, subyacía algo mucho más mundano y terrenal que todos los siglos de historia juntos que guardaban las murallas de Suzhou: LA TABERNA DE LIZARRÁN!!!!!!! Pues sí, ni más ni menos que en Suzhou esta buena gente del Lizarrán ha abierto ya un par de restaurantes y claro, comprenderéis que si en circunstancias normales la cabra tira al monte, aqui hubiéramos escalado el Himalaya si nos hubiesen jurado que arriba nos esperaba un pincho de tortilla!
Por suerte, los "7 miles" se los dejamos a los expertos, y en unos 20 minutos de taxi nos plantamos como los niños delante de los escaparates en Navidad en la puerta del restaurante: mesa para dos, y q empiece la fiesta! Nos conformamos con el menú del día, que por el módico precio de lo que son unos 7 € al cambio, nos hizo levitar de gusto sobre la mesa con un par de pinchos de aperitivo, una ensaladilla rusa de entrante y un arrozaco negro con calamares que todavía consigo saborear si me concentro bien... crema catalana de postre, y una felicidad al pagar la cuenta q tal parecía q nos hubieran invitado, oiga.
¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ... ¿Fuimos al Lizarrán xq estábamos en Suzhou, o a Suzhou xq estaba allí el Lizarrán?.
3 comentarios:
Por que será que en todos los sitios descubres las pastelerías y restaurantes donde mejor se come?
Vamos a patentar ese radar...
soli juan martinez esta triunfando en mi casa.....
ya vi qe el dia 5 te llegan refuerzos,qe bien!
besitos!!!!!!!!
madre mía eres tremenda!tus experiencias me tienen loca!como decías en una de las anteriores ocasiones, yo soy de esas q lo miran a hurtadillas en el trabajo!pero me encanta!
Oye Carmela pasame please tu dirección de allí o de aquí(donde quieras q te madne la invitación) q ya me las están pidiendo en la imprenta!!
cuando vuelves?¿?anda escribeme un mail aunq sea cortito!
Mil muakas y cuidate q con ese frio te vas a petrificar!
Publicar un comentario